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¿El cambio es ahora?

Pie de foto: Fotografía tomada por M. Briones en Alcázar, Sevilla - España

Hace unos días, en uno de los canales de televisión, Canal diez, escuché, a la Señora Kitty Monterrey del partido político, El cambio por la Libertad, conocido con las siglas, (C x L) quién expresó “La verdad es que Nicaragua ha cambiado después del mes de Abril del año pasado, ya no somos los mismos y no podemos negar que hemos cambiado” Y también agregó que lo que debemos trabajar todas las personas en Nicaragua es trabajar los valores personales, profesionales y humanos.

Retomando esas palabras expresadas por la Sra. Monterrey no para entrar en política sino con la intención de aportar una reflexión desde el aspecto personal, profesional y de las organizaciones; hago la siguiente relación sobre la constante en este mundo rápido y vertiginoso, es el cambio y aprovecho para hacer una breve exposición del modelo aportado por el Psicólogo Social y filósofo, Kurt Lewin, (1890 – 1947) siendo uno de los psicólogos más influyentes y padre de la Psicología Social; quién tuvo que emigrar de su país natal hacia los Estados Unidos por la guerra mundial. En los años, 20´s y 30´s realizó diversos experimentos con niños, en aspectos de la motivación demostrando la complejidad de las personas y el fuerte componente social en nuestros comportamientos y los diversos estilos de liderazgo.

El legado de Lewin, es un nuevo concepto de cambio y sencillo modelo de aprendizaje; que resumo desde mi propia perspectiva, en unas pocas palabras lo constante en esta vida es el cambio; por eso, cada persona tiene su propio proceso evolutivo de maduración desde que nace hasta que llega a su final, por consecuencia, lo resumo en tres palabras muy potentes, como son: Desaprender o descongelar lo aprendido, reflexionar o reconocer que es lo que nos tiene atrapados y por último, reaprender o volver a congelar lo nuevo, es una circularidad del aprendizaje, hacer consciente cada vez que necesitemos este mismo y sistémico proceso, por tanto, la única constante en la vida es esta forma de introducir el aprendizaje que aporta Lewin desde su visión, “El aprendizaje es más efectivo, cuando se trata de un proceso activo, en vez de pasivo” desagregándolo desde tres enfoques:

1) Desaprender. ¿Y qué significa desaprender? Es el paso de descongelamiento de lo viejo, de lo que nos está atrapando, de lo que no nos deja resurgir, el paso, más difícil es reconocer, que es hora de renovarnos, de eliminar las viejas ideas, modelos y prácticas para SER consciente de uno mismo. Es el paso de la autoconciencia, reconociendo que las viejas ideas nos están atrapando, es oportuno que nos preguntémonos, ¿Por qué me estoy resistiendo al cambio? ¿Qué suele ocasionar la resistencia a no querer cambiar? ¿Qué no estoy escuchando? ¿Qué no estoy observando? Y la siguiente pregunta, ¿Cómo sueles hacer las cosas?

Una vez que monitoreamos ese “darnos cuenta” del porque nos resistimos, es la primera fase de este sencillo y viejo método, con el simple hecho de descongelar todo lo que nos está deteniendo, viejas prácticas, viejas ideas, viejos patrones, viejos modelos, que en una sola oración, significa, “aceptar que debemos de salir de nuestra zona de comodidad”.

2) Reflexionar. Una vez que reconocemos que nos estamos resistiendo, pasamos al segundo paso, que es la aceptación de nosotros mismos, ¿Cómo nos estamos auto gestionando? ¿Hace cuánto no aprendemos algo nuevo? ¿Hemos probado alguna técnica, método, modelo o hemos modificado algún comportamiento o eliminado algún paso, que nos lleve a obtener mejores resultados o que nos ayude a mejorar? ¿Cómo conseguimos el equilibrio entre nuestras respuestas y lo que recibimos de los demás? ¿cómo conseguimos un balance entre nuestras respuestas emocionales, racionales y sociales? ¿Y qué es lo que se nos devuelve?

3) Reaprender o congelar el nuevo aprendizaje. Cuando reconocemos que la vieja armadura estaba oxidada y entramos en la búsqueda de mejores prácticas, que necesitamos fortalecer nuestros procesos de pensamiento y revisar nuestro proceso consciente integrando nuevas formas de pensar y hacer las cosas, que hemos revisado nuestros errores, viéndolos como una oportunidad y aceptándonos que no somos perfectos, es cuando renovamos con nuevas prácticas cotidianas haciendo paso a paso nuevos hábitos de comportamiento, con un balance a diario y sistémico. Preguntémonos, ¿Qué agradecemos del momento presente? ¿Qué dejamos de hacer? ¿Qué decisiones dejamos para mañana? ¿Qué podemos retomar de lo de ayer? ¿Qué debemos perdonar? ¿Cuánto agradezco de lo que he recibido? ¿Qué fortalezas me acompañan? ¿Estoy comprendiendo a las otras personas con las que interactúo? Y así retomamos de nuevo al día siguiente y consecutivamente.

Y ya para concluir, dejo esta frase: J. Maxwell (2003), escritor, coach y conferencista internacional a quién sigo, en su libro: Liderazgo, promesas para cada día;

“La fortaleza de cualquier organización es el resultado directo de la fortaleza de sus líderes. Líderes débiles, significan organizaciones débiles. Líderes brillantes hacen organizaciones brillantes. Todo comienza o termina con el liderazgo”.

Matilde Briones Frenzel

Trainer/Coach/Facilitadora

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